Pinocho
Cuento de Pinocho en vídeo.
Geppetto, un anciano carpintero, fabrica un día una marioneta de madera a la que llama Pinocho, pero su verdadero sueño era que algún día se convirtiese en un niño de verdad al que poder llamar hijo. Su deseo es concedido por el Hada Azul, quien una noche da vida a Pinocho. Acompañado de Pepito Grillo, quien lo aconseja para poder alcanzar su sueño, ser un niño de verdad, de carne y hueso.
Cuento en texto:
Había una vez un carpintero llamado Geppetto que siempre había deseado tener un hijo. Un día, decidió hacer un muñeco de madera y le dio el nombre de Pinocho. Mientras lo estaba tallando, ocurrió algo muy mágico: Pinocho comenzó a hablar y a moverse como si fuera una persona de verdad.
Geppetto se sorprendió mucho al ver que su muñeco de madera había cobrado vida, y se emocionó al pensar que había encontrado al hijo que tanto había deseado. Pero, Pinocho no era un niño de verdad, todavía era un muñeco de madera, aunque muy especial.
Un hada buena apareció y le concedió a Pinocho un deseo muy importante, convertirse en un niño de verdad. Pero para que esto sucediera, Pinocho tendría que portarse bien y hacer las cosas correctas.
A medida que Pinocho iba creciendo, comenzó a tener muchas aventuras, algunas buenas y otras no tan buenas. Por ejemplo, un día Pinocho decidió no ir a la escuela y en cambio, se fue a jugar y se metió en problemas.
También se encontró con un zorro y un gato que lo engañaron para que viajara con ellos a un lugar donde podrían conseguir riquezas, pero en realidad era una trampa. Y en su camino, se encontró con la malvada ballena que lo tragó entero.
Finalmente, Pinocho aprendió que para ser un niño de verdad, tenía que ser amable, honesto y hacer las cosas correctas. Y gracias a su buena conducta, el hada buena cumplió su deseo y Pinocho se convirtió en un niño de verdad.
Y así, Pinocho y Geppetto vivieron felices para siempre, recordando todas las aventuras que habían vivido juntos. La moraleja de esta historia es que siempre debemos hacer lo correcto y portarnos bien, porque sólo así conseguiremos nuestras metas.